COMPROMÉTETE CON EL ÉXITO
Es el compromiso que asumimos el que pone en
movimiento los mecanismos del
cambio y la transformación, cualquiera que sea el mismo, tanto a nivel personal o laboral. La
iniciativa y la acción efectiva surgen de una actitud de profundo compromiso
con algo que se quiere lograr.
El compromiso genera acción, pero es a su vez una
acción en sí mismo. Realizamos la acción de comprometernos. El compromiso no
acontece hasta que una persona lo declara y acciona en forma consecuente. El
individuo a través de su acción comprometida comienza a construir una realidad
diferente.
Cuando las personas se proponen algo en la vida instantáneamente
se crean su propio camino, pero para que llegues a la meta aparte de que
siempre lleves cargando tu maleta mágica debes recordar y ejecutar todos los
días esta palabra, Compromiso.
Comprometerte con algo es sacrificar varias cosas de tu
vida pero sobre todo tu tiempo y libertad, al final cuando llegues a la meta te
dirás a ti mismo: Me sacrifique tanto para llegar hasta este punto y no lo cambiaría
por nada del mundo. Siempre en el camino van a existir personas que trataran de
impedir que llegues a la meta, el truco es convertir todas sus palabras en algo
positivo que te motiven a seguir, al fin y al cabo el que llegará a la meta y
disfrutará del éxito eres tú.
Cualquiera puede entusiasmarse, recibiendo suficiente
estimulación o inducción. El entusiasmo te ayudará a ponerte e marcha, pero no
es suficiente para mantenerte en movimiento. El entusiasmo, por su propia
naturaleza, termina desapareciendo.
Más allá del entusiasmo inicial, para alcanzar el éxito
se necesita compromiso. El compromiso te mantiene motivado aún mucho después de
que la novedad se desvanece. El entusiasmo pone en marcha el proceso hacia el
logro. El compromiso vela por el hasta completarlo.
El entusiasmo es una reacción. El compromiso es una
decisión voluntaria. El éxito se alcanza cuando se es capaz de transformar la
energía del entusiasmo en un compromiso consistente y duradero. No es fácil.
Demanda esfuerzo. Requiere dedicación y concentración. Necesita un nivel de
motivación que va más allá de una emoción momentánea. Para estar comprometido,
primero tienes que encontrar una razón personal poderosa y que tenga sentido,
que le dé fuerza a tu compromiso. Luego, debes recordar esa razón permanente.
Si tú eres una persona orgullosa en el sentido de que
cuando te propones algo lo consigues de cualquier forma, comprometerte con algo
te será fácil ya que siempre lo conseguirás.
El entusiasmo satisface y energiza mucho, por la promesa
que trae consigo. El compromiso es lo convierte esa promesa en realidad.
Las personas sin camino, sin un horizonte hacia el éxito
es porque el "NO PUEDO" se apoderó de ellos, piensan que es imposible alcanzar
sus sueños y sin ni siquiera haber comenzado una carrera hacia el éxito. Deben
cambiar su mentalidad para eso les dejo esta frase:
«Vale más actuar exponiéndose a la arrepentirse de ello
que arrepentirse de no haber hecho nada»
El compromiso es confianza. Para que haya verdadero
compromiso, debes y deben confiar en ti.
Compromiso es acción. Va mucho más allá de las palabras o
las buenas intenciones. Para cumplir con tus compromisos debes ponerte a
trabajar. Un compromiso es más que una promesa. Es una promesa cumplida.
Compromiso es estar atentos. Debes prestar permanentemente atención a tus compromisos,
ya que de otro modo de diluyen muy rápidamente.
Compromiso es perseverancia. Es no debilitarse ante el
primer problema. De hecho, el compromiso se fortalece con cada nuevo desafío.
Compromiso es fe y es fidelidad. Es verdad. Es cuidado.
Compromiso esta relacionado con la fuerza de voluntad.
Compromiso es ser responsable, voluntario y capaz.
Compromiso es poder. Cuando estas comprometido, las cosas
se hacen.
Las relaciones crecen. Se alcanzan logros impresionantes. El
compromiso hace que las buenas intenciones se conviertan en realidades.
El compromiso vale la pena. A veces es doloroso, requiere
esfuerzo y sacrificio, es incómodo. Sin embargo, sacará a relucir lo mejor de
ti y te permitirá llegar a lugares que de otro modo jamás alcanzarías. Antes de
comprometerte, considéralo cuidadosamente. Luego, una vez que te has
comprometido, pon todo de ti mismo. Comprometiéndote en serio con tus cosas,
encontraras felicidad.
Ya sea que estés profundamente
involucrado con tu carrera o comenzando un negocio, las
personas exitosas se comprometen con ciertas decisiones que los ayudan a
convertirse en exitosos empresarios.
Decídete por algo que todos los
días arda ese espíritu de gloria y éxito haciendo que cada momento cuente. Cada
día es una oportunidad para dominar habilidades y avanzar hacia tus
metas. El éxito a menudo depende de tener la actitud correcta y de
tomar decisiones inteligentes.
Este estado de
“estar comprometidos”
lo podemos sentir corporalmente. Toda persona que en uno o más momentos de su
vida ha trabajado comprometida y apasionadamente, sabrá y podrá reconocer a qué
me estoy refiriendo. Esta sensación de compromiso se expresa en primer lugar en
nuestro estado de ánimo, en el entusiasmo, en las ganas, en la disposición para
encarar los desafíos. También en la manera en que prestamos atención y le
asignamos sentido a lo que nos acontece y a lo que sucede a nuestro alrededor.
Escuchamos y observamos desde nuestro compromiso, con la intención de detectar
qué suceso o qué persona puede significar una oportunidad que beneficie
nuestros proyectos.
W. H. Murray en la
narración de su expedición al Himalaya afirma: “Hasta que uno está comprometido
existe la duda, la posibilidad de volver atrás y ahí está presente la
ineficacia. En lo relativo a todos los actos de iniciativa y creación hay una
verdad elemental, cuya ignorancia mata infinidad de ideas y planes espléndidos:
en el momento en que uno se compromete, la Providencia también avanza con
nosotros. Ocurren todo tipo de cosas que salen en nuestra ayuda, incidentes
que, si no fuera por nuestro compromiso, nunca se hubieran manifestado. Un
torrente de sucesos brotan de la decisión, todo tipo de circunstancias se dan a
nuestro favor; encuentros y apoyo material que nunca hubiésemos imaginado aparecen
en nuestro camino”.
Peter Senge afirma: “Cuando
estamos en estado de compromiso y rendición, empezamos a experimentar lo que a
veces se ha dado en llamar sincronicidad”. El concepto de sincronicidad lo
acuñó Carl Jung y lo define como “una coincidencia significativa de dos o más
sucesos en la que está implicado algo más que la posibilidad
aleatoria”. Por su parte Arthur Koestler define la sincronicidad como “el
encuentro aparentemente accidental de dos cadenas causales sin relación, en un
suceso coincidente que parece ser al mismo tiempo muy improbable y altamente
significativo”.
Una vez has tomado la decisión, te has comprometido y
pasas a la acción, el universo hará lo imposible por que lo alcances.
“Mientras no estemos totalmente comprometidos habrá
indecisión, existirá la posibilidad de echarse atrás y habrá siempre
ineficiencia. En relación con todos los actos de iniciativa y creación, hay una
sola verdad elemental, cuya ignorancia mata innumerables ideas y planes espléndidos.
En el momento que uno se compromete firmemente, la providencia se pone también
en movimiento. De la decisión surge todo un caudal de sucesos que provocan todo
tipo de incidentes imprevistos a nuestro favor, causa encuentros casuales y
trae la ayuda material que nadie habría soñado encontrar.”
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